14 de diciembre de 2009

Spotify

Hoy voy a hablar de uno de los programas más novedosos, importantes y exitosos que han surgido en los últimos tiempos en internet (¡y sin porno!). Se trata de Spotify.

La premisa de Spotify es muy sencilla. El programa te permite, mediante streaming (acceso a contenidos multimedia de manera online, sin necesidad de descargar datos para su visualización) escuchar todo tipo de música, desde las novedades de última hora hasta grandes éxitos del pasado. Todo de una manera cómoda y sencilla, imitando el interfaz del famoso iTunes. Simplemente mediante una sencilla búsqueda del artista, cd, canción, genero, etc. y un doble-click podemos acceder de manera rápida a la música que estábamos buscando. La carga de las canciones es sorprendentemente rápida (a pesar de los problemas de conexión que se dan de vez en cuando) e incluso puedes crear listas de reproducción para guardar tus canciones favoritas o para compartirlas con amigos.

Por supuesto este tipo de programas no se mantienen solos. Existe dos tipos de cuentas: gratuitas o premium. Las cuentas premium te dan un acceso total, sin interrupciones e incluso desde plataformas móviles como Android a canciones en sonido de alta calidad, mientras que con la gratuita puedes acceder a todos los contenidos musicales con una única limitación: en un número indeterminado de reproducciones has de escuchar uno o dos mensajes publicitarios de corta duracción (no suelen exceder los 30 segundos).

Este es el auténtico secreto de Spotify, la posibilidad de acceder a contenidos musicales sin tener que preocuparse de los temidos derechos de autor, siendo realmente útil también para las discográficas al darles una publicidad directa e indirecta de las novedades musicales. Soluciones sencillas, en fin, para eliminar la estúpida caza de brujas impulsada por las multinacionales y gestoras de derechos de los artistas y convertir internet en una plataforma cultural de alto alcance. Existen, por supuesto, determinados artistas cuyas multinacionales se aferran todavía con uñas, dientes, garras y demás apéndices demoníacos propios a dejar su música a manos de esos "piratillas desvergonzados" y demás palabras amables con las que normalmente nos deleitan. Pero son mínimas excepciones que poco a poco van desapareciendo y que no enturbian la experiencia de escuchar música cuando y como tú quieras. Descargaroslo, probadlo, y si no os gusta...¡detened vuestras horcas y antorchas! ¡Que es gratis!

Enlace: Spotify

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Free counter and web stats